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La universidad debe contribuir al desarrollo en una sociedad plural, justa y de igualdad

La cobertura de educación superior en México
es inequitativa en término de los sujetos,
y de las entidades federativas

La crisis sanitaria de la Covid-19 ha trastocado el sistema educativo en general, ha sido un catalizador de procesos de deterioro ambiental, alimentario, de empobrecimiento de la vida social y daño al sistema sanitario producto de un capitalismo global depredador, señaló la doctora Rosa María Torres Hernández, rectora de nuestra Universidad.

Enfatizó que la educación superior en este momento es compleja, heterogénea y segmentada socialmente; hace tres décadas existían 307 instituciones de educación superior en Latinoamérica, y para 2014, ya se contabilizaban 2 mil 882.

Durante su conferencia El futuro de las universidades después de la pandemia causada por el SARS CoV2, que impartió en el acto inaugural del ciclo escolar 2020-2021 en la UPN Unidad 31 de Mérida, Yucatán, la Rectora de nuestra Casa de estudios detalló que nuestro país tuvo un ciclo expansivo que propició un proceso de desconcentración y regionalización de las oportunidades educativas. A esto se sumó la creciente presencia de mujeres, la incipiente incorporación de los segmentos de menores ingresos y la diversificación de la oferta de carreras.

Educación superior inequitativa

“La cobertura de educación superior en México no sólo es inequitativa en término de los sujetos, sino también en términos de las entidades federativas, pues no es lo mismo estudiar en la Ciudad de México, que tiene una cobertura de 97.5 por ciento, que en Oaxaca con una cobertura de 19.7 por ciento. Aquí el punto importante es la juventud, cómo pueden acceder al sistema de educación y a las universidades”, sostuvo la rectora.

En este sentido, reconoció el crecimiento del número de estudiantes en la Pedagógica Nacional, ya que fue de 16 por ciento, comparado con las universidades públicas federales, que sólo registraron 1.1 por ciento. En este sentido no basta con la cobertura, se debe tener equidad.

Las instituciones de enseñanza superior necesitan mecanismos que favorezcan el ingreso, la permanencia y el egreso.

“Lo que falta trabajar es la permanencia desde dos sentidos clave: que no se vayan las y los estudiantes por dificultades técnicas que puedan tener, como el uso de las tecnologías; el otro punto tiene que ver con el tiempo que tardan en terminar su carrera”, puntualizó.

La doctora Torres Hernández enfatizó que ahora, la crisis sanitaria “nos pone en una condición de más profundidad en nuestro propio actuar y más pensamiento crítico y analítico hacia nosotros mismos. Estas crisis generaron tensiones y dilemas. Una de ellas es la universidad útil para el mercado y la idea empresarial, contra la universidad como espacio de significación cultural e intelectual. Una más es la docencia contra la investigación.

“Con la post pandemia se pondrán en marcha procesos híbridos de educación con el uso de las tecnologías de educación abierta y a distancia; el cuidado de la salud y el medio ambiente estará presente en nuestra formación y se dará pie a la creación de protocolos de protección y procesos de reincorporación a las actividades presenciales.

Pese a este panorama, nosotros pensamos que se puede ver desde la universidad otro mundo posible. Creando una universidad alternativa que asuma el reto de construir, interpretar o develar verdades tanto de la ciencia como del contexto ancestral; que aporte al desarrollo tecno-científico y económico en condiciones de igualdad, dentro de una sociedad plural, diversa y justa con los seres humanos que la integran y con el espacio que habitan”, detalló.

Para ello la rectora Rosa María enlistó aquellas acciones que se deben implementar en las instituciones de educación superior como que la universidad debe y es un bien público. Esta idea hace una contribución a la definición y solución de los problemas sociales y hoy más que nunca nosotros debemos entender a qué problemas sociales damos respuesta, expresó. 

Indicó también la necesidad de concentrarse en la legitimidad; ya que lo que hacemos es muy importante y lo certificamos, ese título que se otorga es una forma cultural de hacer las cosas; es decir, no sólo son una mercancía de certificados, sino una legitimidad en términos del conocimiento.

También subrayó la necesidad de realizar una alianza entre el campo pedagógico y el científico con las escuelas públicas. “No debemos mantenernos alejados de otros niveles para comprender el mundo del conocimiento desde otro lugar distinto”.

Mencionó los programas de acción afirmativa para proteger a las estudiantes en el transcurso de la escuela a casa, y brindar alimentación a los alumnos.

Otros de los puntos que señaló fue la creación de espacios comunes o redes entre universidades con otras IES; desde compartir espacios, hasta plataformas y conectividad. Es impresionante los recursos que se gastan en este tipo de tecnologías y entre instituciones, se podría colaborar para hacer este tipo de trabajo, afirmó.

Además, subrayó la necesidad de instalar la democracia interna y externa; expresó que la universidad necesita trabajar más sobre este ramo, así como en el de la evaluación participativa de lo que la propia institución considera debe realizarse.

Otra acción que señaló fue el de ecología de los saberes. Subrayó que no debe quedar ningún saber fuera; es decir, poner a la ciencia como el primer elemento, a las humanidades como elementos básicos, pero también entender que hay otro tipo de saberes tradicionales, culturales y particulares que son fundamentales para la universidad. 

Sobre las oportunidades de aprendizaje más flexible, afirmó que estamos en un momento de discutir las formas en que hacemos llegar los contenidos de los planes de estudio al estudiantado.

Para finalizar, señaló la pedagogía del cuidado. Lo primero es el cuidado, dijo, lo es también la disciplina y el contenido. Debe ser un cuidado amoroso y de acompañamiento hacia las y los estudiantes. 

En dicho evento participó el doctor Freddy J. Espadas Sosa, director de la UPN Unidad 31-A, en Mérida, Yucatán, quien considero el evento como una bienvenida histórica e inédita. Recordó los estragos de la pandemia que “nos hizo replantear la forma en que hacemos nuestros procesos educativos, de lo contrario, la educación se hubiera frenado”.

El evento en línea, que se transmitió a través de página de Facebook de la Unidad 031, también contó con la participación de Gerardo A. Escaroz Soler, director General de Educación Superior de las SIES.

 

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