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Educación y diálogo, necesario para que el pueblo maya alcance mayor igualdad

• Se desarrollo el foro Fin de la Guerra de Castas,
petición de perdón por agravios a los pueblos mayas

• Fue un ataque a sus tradiciones, normas religiosas, morales
y a su relación con la naturaleza, señalaron

Ciudad de México, a 06 de mayo de 2021.- El largo conflicto que representó la Guerra de Castas entre los indígenas mayas y los “blancos” (mestizos y criollos) en el siglo XIX por muchas razones atentó contra la dignidad del pueblo maya y, desafortunadamente, continúa en la actualidad, pero con otra perspectiva; sólo con educación, conocimiento y diálogo puede haber un cambio significativo en las condiciones para que exista mayor igualdad, coincidieron las y los participantes al evento Fin de la Guerra de Castas: Petición de perdón por agravios a los pueblos mayas, organizado por los subsistemas de la Subsecretaría de Educación Superior, de la SEP.

La Guerra de Castas fue un movimiento social cruento, que los pueblos mayas del sur y oriente de Yucatán iniciaron en julio de 1847 contra la población de “blancos”, cansados de las injusticias a las que estaban sometidos.

El encuentro virtual que conmemoró el fin de la “guerra que no debió ser” (1847-1901), contó con representantes mayas que levantaron la voz para dar testimonio de esta guerra, su importancia y significado.

En su participación Luciano Concheiro Bórquez, subsecretario de Educación Superior, señaló que en el siglo XIX el sometimiento de los pueblos mayas no se reducía sólo a la esclavitud física, ya que además del racismo, la esclavitud, los castigos corporales, y el despojo de sus tierras “fue un ataque a sus tradiciones, sus normas religiosas y morales y a su relación con la naturaleza con la que habían organizado su vida en comunidad; atacaron entonces su cosmovisión y su sentido de vida. Podemos hablar entonces de un etnocidio y de un epistemicidio”.

Señaló que el sometimiento de los indígenas en esa etapa de la historia tuvo una grave repercusión en su educación como pueblo maya, pues solamente 10 por ciento de la población tenía educación escolarizada.

En el marco de la conmemoración en la que el Estado mexicano pide perdón a los pueblos mayas por los agravios que en su contra se cometieron “y se siguen cometiendo, escuchemos, sintamos y actuemos”, finalizó el subsecretario.

Por su parte Fátima Sulub Vázquez, de la Universidad Maya de Quintana Roo, aseguró que no ha habido el cambio social significativo que se esperaba después de la guerra que terminó con la ocupación de la capital maya de Chan Santa Cruz por parte de las tropas del ejército federal mexicano; “seguimos en las mismas condiciones de antes, lo único que cambió fue la época”.

La guerra de castas luchó por el territorio; sin embargo, dijo, en Quintana Roo parte el territorio está en posesión de extranjeros hablando de zonas turísticas, y los dueños de la tierra siguen reprimidos en las zonas marginadas del mismo territorio mientras son obligados a vender sus territorios para sobrevivir económicamente.

“Se luchó para tener mejores condiciones de trabajo y salario, pero seguimos a merced de las clases altas; la gente migra a las zonas turísticas a tener trabajos mal pagados, ser explotados laboralmente y no tener prestaciones”, dijo.

Agregó que la imagen de las comunidades “son usadas como representación” y “marketing turístico”, pero a pesar de que “se sabe que existen las comunidades mayas, han sido excluidas y algunas veces discriminadas por el nuevo orden social”.

En ese sentido, Mario Chan Colli, cronista de Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, aseguró que esta lucha, que terminó hace 120 años, continúa ya no a través de machetes o armas sino por la marginación social, y reconoció que existe una gran oportunidad de cambio a través de la educación que sirva para resolver estos conflictos que se dan generalmente en sociedades donde impera un plan de desarrollo, un plan educativo o de gobierno y hay inconformidades.

Es decir, “a través de la educación, todas las partes del conflicto tienen la capacidad del dialogo y sin apasionamientos ni intereses, se puede ir decidiendo lo mejor para los habitantes de este país. Hay que cambiar las armas por el diálogo y el sentido humanitario que nos dice la lógica”, expresó en su momento Fernando de Jesús Bautista, académico de la Escuela Normal Superior de Yucatán.

Finalmente se habló sobre el recuerdo que los poblados mayas tienen en la actualidad de esta guerra de castas.

Gregorio Vázquez Canché, investigador, poeta y promotor cultural de origen maya, aseguró que el recuerdo está más fresco en la memoria con la gente de las comunidades de los centros ceremoniales, “hace algunos años todavía los abuelos hablaban de su gobierno maya, en Tihosuco que fue repoblado hace 70 años, ahí el recuerdo es de los inicios, la gente habla más de la historia actual que nos cuentan, y ese es el recuerdo que se mantiene”.

El evento también contó con la participación de Antonia Poot Tuz, guía del Museo Guerra de Castas, y Amedie Colli Colli, docente del Centro Regional de Educación Normal de Felpe Carrillo Puerto, quienes leyeron un fragmento de la Profecía del Chilam Balam, y el poema “Chan Santa Cruz Balam Nah”, respectivamente.

Además, este foro contó en su apertura con el coro infantil Sak-Be de la escuela primaria indígena Juan de la Barrera Chancah Veracruz, Quintana Roo.

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