Se vive una época de disputa y grandes retos para la educación superior en América Latina: CLACSO

• Participó la secretaria Académica de esta casa de estudios, la doctora Guadalupe Olivier, en la 9ª. Conferencia de CLACSO

• Expresó la necesidad de una preparación digital
estrechamente asociada al capital cultural y económico

Ciudad de México a 19 de julio, 2022.- La universidad debe articularse con la sociedad para ser vista como parte de un proyecto de defensa de los derechos humanos, que ejerce presión contra las desigualdades y que no olvida el papel político que juega en su entorno. Existen grandes retos para la educación superior, lo que se traduce en oportunidades para retomar el camino del quehacer principal de estas instituciones.

Como parte de la 9ª Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales, del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, se llevó a cabo el conversatorio Tramas de las desigualdades en América Latina y el Caribe, Saberes, Luchas y Transformaciones, en el que se trataron temas como el derecho a la educación, los modelos universitarios y la construcción de un mercado mundial de educación superior. En la conversación, los ponentes indicaron que se vive una época de disputa, de reflexión y de cambio en la educación.

En su participación, la doctora Guadalupe Olivier, secretaria académica de esta universidad aseguró que los contextos de inequidad, no solo educativa sino a nivel social, en términos generales, continúan teniendo efectos diferenciados desde la llegada del Covid-19 e impactan en el nivel de ingreso, permanencia y egreso de los y las estudiantes. En ese sentido, dijo, hay que analizar cuáles han sido las condiciones de cobertura en los últimos dos años y su relación con la apertura de brechas sociales y territoriales.

Explicó que, en México, por ejemplo, basta con hacer un mapeo de las Instituciones de Educación Superior para identificar las grandes islas de concentración relacionadas con zonas de mayor urbanización y desarrollo. “El número de planteles de educación superior en zonas marginales, es escaso”. Esta situación, aseveró, no solo sucede en México, y es un tema importante a discutir pues representa una problemática de accesibilidad.

Por otra parte, señaló que la resistencia o falta de preparación para migrar a un sistema a distancia, así como la falta de capacidad para manejar instrumentos tecnológicos, no solo por parte de las personas docentes, sino también de la comunidad estudiantil fueron algunas de las dificultades más importantes para la planeación y la comunicación, durante la primera etapa de la contingencia sanitaria, principalmente, según resultados de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). Al respecto, aclaró “debe haber una preparación digital estrechamente asociada al capital cultural y económico para poder tener una máquina”.

Pronunciamiento latinoamericano y caribeño con motivo de la III Conferencia Mundial de Educación Superior de la UNESCO

Previamente, en relación con la conclusión de la III Conferencia Mundial de Educación Superior, organizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), se llevó a cabo una conferencia en la que participó el subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro Bórquez, donde se efectuó un pronunciamiento que involucra a secretarias, secretarios, ministros y ministras de educación superior, representantes de instituciones de educación superior de América Latina y el Caribe, así como a organismos, redes y asociaciones solidarias, y en el que se sostuvo que la educación superior es un derecho universal, un bien público y una responsabilidad social, tanto para las instituciones sostenidas por los Estados, como aquellas de carácter privado.

“Reconocemos que como humanidad, nos encontramos en un momento de cambio civilizatorio propiciado por la pandemia, la cual ha tenido lugar en un contexto de cambio climático, destrucción ambiental y en condiciones de deterioro de la vida de los grupos más desprotegidos del mundo en términos de salud, educación, empleo, agua, alimentación y seguridad, que interpelan directamente a una transformación del sentido que hasta hoy han tenido la ciencia, la tecnología y las funciones sustantivas de la educación”, apunta el pronunciamiento.

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