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Generar una educación más amorosa y de calidad, necesidades en la llamada nueva normalidad

• Estudiantes de nuestra casa de estudios participaron
en actividades del programa Jóvenes Voluntari@s Por la Paz

• En ese programa colaboran docentes e investigadores
de universidades de Colombia, Brasil, Ecuador, Argentina,
así como de nuestra casa de estudios

Ciudad de México a 12 de septiembre, de 2022.- La llamada nueva normalidad se ha convertido en un buen pretexto para mejorar. Las personas lo han interpretado como una oportunidad para mirar al pasado y ver todas las cosas que han hecho mal. Asimismo, las necesidades de la sociedad se han enfocado en puntos más específicos; con respecto al ámbito educativo, se destaca la necesidad de generar una educación más amorosa y de mejor calidad, así lo señalaron personas encuestadas durante la intervención “La nueva normalidad”, llevada a cabo por estudiantes de nuestra universidad.

El acercamiento se realizó en mayo pasado en la explanada del Palacio de Bellas Artes, en la Ciudad de México, durante cuatro horas aproximadamente, con la finalidad de replantear la forma en que la población entiende esta etapa de la pandemia.

Al principio fue difícil acercarnos a la gente, por temor a que no nos hicieran caso o nos rechazaran; sin embargo, fue todo un aprendizaje ver cómo, en nuestro papel de formadores, debemos enfrentar miedos y muchas cosas más, para llevar a cabo actividades de este tipo”, explicó Jirehel García Valverde, estudiante de la licenciatura en Educación e Innovación Pedagógica, de la Unidad Ajusco, quien participo en la actividad.

El programa forma parte de las acciones del programa Jóvenes Voluntari@s Por la Paz, que es coordinado por el Área de Paz del Instituto Universitario en Democracia Paz y Seguridad (IUDPAS), de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), cuyo propósito es formar estudiantes que promuevan la paz mediante conocimientos teóricos y prácticos que les permitan contribuir al impulso de procesos de construcción de Paz Transformadora.

El proyecto cuenta con la colaboración de docentes e investigadores de diferentes grupos académicos de América Latina vinculados al Consejo Latinoamericano de Investigación para la Paz (CLAIP), tal es el caso de la Maestría en Gestión de la Convivencia de la UPN. El organismo está integrado por la Universidad Externado de Colombia; la Universidad Intercultural de los Pueblos de Colombia; la Universidad Estadual de Paraíba, Brasil; la Pontificia Universidad Católica del Ecuador; y la Universidad de San Pablo Tucumán, de Argentina.

Todos construimos un camino y para lograr uno positivo, de acuerdo con el concepto de paz transformadora, es necesario entender a las infancias y respetar la vida y a la naturaleza, entre otras cosas, ese es uno de los aprendizajes que narra la estudiante de la UPN.

“Salimos a la calle con carteles con frases como: que la nueva normalidad en la educación sea libertad y no obediencia ciega. Y preguntamos a las personas que se nos acercaban, qué sería lo ideal en la nueva normalidad. Ellos nos mencionaron cosas como: más recursos para la escuela y la cultura, atención psicológica gratuita, y ese tipo de cosas”.

En esta labor, también participaron Alma Ofelia Merino Pérez y Arturo Reyes Morán, de la Licenciatura en Psicología Educativa, Unidad Ajusco; Karen Martínez Rojas, de Educación e Innovación, Unidad Ajusco; Nohemí Torres Mejía, de la Licenciatura en Psicología Educativa, Unidad 151, Toluca; y D. Andrea Vargas Galindo, de Innovación y Educación Pedagógica, Unidad 022, Tijuana.

Espacios de paz

El objetivo fue dotar a las y los estudiantes de herramientas que puedan contribuir a generar espacios de paz, no solamente en el ámbito escolar, sino en escenarios distintos. Con respecto al ámbito educativo, los y las participantes mencionaron que algunas de las inquietudes más constantes entre la gente fueron: que las escuelas estén en mejor estado, mejorar la relación con los profesores y la importancia de tener un trabajo para poder brindar educación a los menores, entre otras cosas.

De acuerdo con García Valverde, la meta principal fue compartir, analizar y generar una conversación en la que, a través de la transformación y el entendimiento de diferentes formas de pensar, se entienda que es fundamental caminar juntos para lograr la paz. “La intención es seguirnos preparando y tener más acercamientos como este. Ver a nuestras maestras y maestros involucrados fue una de las experiencias más bonitas, y una muestra de que existen personas que están dispuestas a ceder su tiempo y tener una transformación, no solo para sus estudiantes y su trabajo, sino para sí mismos. La educación es un compromiso”, expresó.

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